Legado Regina Apostolorum

Legado Regina Apostolorum

Cada año en nuestro Ateneo Pontificio Regina Apostolorum recibimos una media de 1.200 estudiantes. Son hombres y mujeres jóvenes talentosos que están ansiosos por crecer en sabiduría, fortalecer su vida espiritual y prepararse para ser líderes de servicio en la sociedad contemporánea.

A través de nuestro Legado Pontificio y de profesores dedicados, nuestro objetivo es estar a la vanguardia de la fe y la cultura y promover sin descanso una visión católica de la persona y de la cultura.

El fondo de becas «Pontifical Scholarships» surge de la continua solicitud de apoyo de nuestros estudiantes para poder estudiar en nuestro Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.

Nuestra misión nos lleva a “formar apóstoles, líderes cristianos – clérigos y laicos – al servicio de la Iglesia para dar testimonio del misterio de Cristo; crear, en plena comunión con el Magisterio de la Iglesia, corrientes de pensamiento que respondan a las cuestiones teóricas y existenciales del hombre e impregnen a la sociedad de espíritu evangélico”. Este fondo podrá apoyar la formación tanto de laicos como de clérigos comprometidos con la evangelización de la cultura.

Evangelizar la cultura no es sólo nuestra misión, sino la misión de la Iglesia porque «una fe que no se hace cultura es una fe no plenamente acogida, no totalmente pensada, no fielmente vivida» (San Juan Pablo II).

En nuestra época las palabras de san Pablo VI son muy actuales «la ruptura entre Evangelio y cultura es sin duda alguna el drama de nuestro tiempo, como lo fue también en otras épocas» (Evangelii Nuntiandi, 20). Los apóstoles y líderes cristianos que se forman en el Regina Apostolorum son acompañados en esta misión a través del esfuerzo de nuestros benefactores quienes nos permitirán ofrecerles una beca para que puedan continuar a prepararse y puedan responder mejor en cuanto testigos creíbles del Evangelio y del desarrollo humano integral.

“Incluso el trabajar por la paz, la justicia, los derechos del hombre, la promoción humana, es un testimonio del Evangelio, si es un signo de atención a las personas y está ordenado al desarrollo integral del hombre» (Redemptoris Missio, 42).

 

Este fondo de becas fue creado gracias a la generosidad de varios donadores que están particularmente interesados en la preparación de los seminaristas y que han comprendido que una de las tareas más importantes de la Iglesia es sin duda la formación de quienes han de animar la comunidad cristiana de fieles, los sacerdotes.

Las Becas de estudio “Sacred Heart” están destinadas a los religiosos de los Legionarios de Cristo que se encuentran en formación antes de la ordenación sacerdotal y que estudian en nuestro Ateneo Pontificio. Estas becas están disponibles para estudiantes seleccionados que se distinguen por su continua evangelización de la cultura, especialmente a través de las redes sociales como influencers o mediante sus propias publicaciones, compartiendo el Amor de Cristo con el mundo.

Los donadores que contribuyen a este fondo creen firmemente que la vocación es “La vocación es un don de la gracia divina y no un derecho del hombre, de forma que nunca se puede considerar la vida sacerdotal como una promoción simplemente humana, ni la misión del ministro como un simple proyecto personal. De este modo, queda excluida radicalmente toda vanagloria y presunción por parte de los llamados los cuales han de sentir profundamente una gratitud admirada y conmovida, una confianza y una esperanza firmes, porque saben que están apoyados no en sus propias fuerzas, sino en la fidelidad incondicional de Dios que llama.” (Juan Pablo II, Pastores Dabo Vobis).

Asimismo, quienes apoyan estas becas están convencidos de que la fe es un don que se comunica a través de la comunidad. Esa comunidad es un don de Dios y utiliza sus dones para transmitir el Evangelio comunicando la belleza y el bien del reino de los cielos ya aquí en la tierra. En estos tiempos en los que estamos acostumbrados a encontrar un “app” impersonal para todo, necesitamos testigos personales que nos demuestren que “la salvación que Dios nos regala es una invitación a formar parte de una historia de amor que se entreteje con nuestras historias (Papa Francisco). “Los candidatos al sacerdocio deben prepararse con gran seriedad a acoger y vivir el don de Dios, conscientes de que la Iglesia y el mundo tienen absoluta necesidad de ellos; deben enamorarse de Cristo, buen Pastor; modelar el propio corazón a imagen del suyo; estar dispuestos a salir por los caminos del mundo como imagen suya para proclamar a todos a Cristo, que es Camino, Verdad y Vida” (Juan Pablo II, Pastores Dabo Vobis).

Este fondo está destinado a estudiantes que deseen continuar sus estudios en nuestro Pontificio Ateneo, pero debido a las numerosas dificultades económicas, no pueden permitirse continuar.

Durante el 2018, algunos Alumni del Regina Apostolorum y profesionales pusieron en marcha una iniciativa de especial interés: el tour en bicicleta Tour2France con fines benéficos, que partió de la Plaza de San Pedro y finalizó después de ocho días en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Francia.

La iniciativa Tour2France fue el deseo de un equipo de Alumni de combinar dos pasiones: el ciclismo y la caridad hacia los estudiantes necesitados. Después de los dos primeros años de éxito, la tercera edición del Tour2France fue particularmente memorable. Además de subrayar la importancia de la magnanimidad para una sociedad en medio del COVID-19, el tour tomó la forma del Buen Samaritano, esforzándose por ayudar a los necesitados que quedaban al lado del camino. El patrocinio del Pontificio Consejo para la Cultura del Vaticano de esta tercera edición permitió a este tour contar con otro Buen Samaritano.

Así nació el “Fondo de Becas del Buen Samaritano”. Si se siente atraído o llamado a unirse a las filas de los Buenos Samaritanos, lo invitamos a responder con generosidad. El Papa Francisco, hablando sobre esta parábola del Buen Samaritano, nos recuerda que “esta parábola es un ícono iluminador, capaz de poner de manifiesto la opción de fondo que necesitamos tomar para reconstruir este mundo que nos duele. Ante tanto dolor, ante tanta herida, la única salida es ser como el buen samaritano… Todos tenemos responsabilidad sobre el herido que es el pueblo mismo y todos los pueblos de la tierra. Cuidemos la fragilidad de cada hombre, de cada mujer, de cada niño y de cada anciano, con esa actitud solidaria y atenta, la actitud de proximidad del buen samaritano» (Fratelli Tutti).

 


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