Sor Micaela, Sor Cecilia y Sor Sofía, Misioneras de la Divina Revelación

Somos Sor Micaela, Sor Cecilia y Sor Sofía, Misioneras de la Divina Revelación.

Estamos en el segundo año de nuestra experiencia en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, y agradecemos de todo corazón la generosidad de quienes nos permitieron aprovechar las becas.
Este período nos ha hecho crecer no sólo intelectualmente, sino también espiritualmente, ya que hemos tratado de encarnar en nuestra vida consagrada todas las enseñanzas que hemos recibido. Nuestra Comunidad siempre ha tenido y tiene en el corazón la formación de todas las hermanas, pero está convencida de que el conocimiento no es un fin en sí mismo, sino que se convierte en vida vivida.
Cada encuentro que hemos tenido, cada lección que hemos escuchado y cada momento que hemos pasado en el Ateneo han enriquecido no sólo nuestro camino personal, sino también nuestro «patrimonio comunitario»: de hecho, cada experiencia y cada conocimiento que hemos adquirido se convierten ante todo en una ocasión de enriquecimiento para todas las hermanas y después para todos los que encontramos en nuestro apostolado. Estamos, por tanto, inmensamente agradecidas a quienes nos apoyan en este nuestro camino universitario, para que el estudio se convierta en servicio y sobre todo en misión.
A todos los que nos han ayudado les aseguramos nuestro recuerdo constante en la oración, invocando para ellos del Señor toda bendición del Cielo.

Que Dios nos bendiga y que la Virgen nos proteja