Tercera Misión APRA

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Valores y principios

El Pontificio Ateneo Regina Apostolorum se distingue por su contribución real a la evangelización de la cultura a través de líneas de investigación interdisciplinares, formación innovadora y programas educativos en los campos de la teología, la filosofía, la bioética y las ciencias religiosas.

La Tercera Misión del APRA pretende demostrar que nuestra dedicación a la educación no se limita al estudio en las aulas, sino que se extiende a la práctica cotidiana de la solidaridad, comprometiéndonos activamente con los más necesitados. El camino de la solidaridad es un acto intelectual y un servicio concreto que quiere dar esperanza a la comunidad humana y a los más necesitados.

Más información

 

SENTIDO COMUNITARIO PARA LA FORMACIÓN INTEGRAL

 

El Pontificio Ateneo Regina Apostolorum es una institución universitaria eclesiástica comprometida con la difusión en la sociedad, a través de la educación, de los valores evangélicos del humanismo cristiano, como son en particular:

  • Búsqueda de la verdad, esencial para la enseñanza y el uso adecuado de la razón
  • Búsqueda del sentido profundo de la vida y del saber, promoviendo una visión integral del conocimiento
  •  Armonía entre fe y razón, considerándolas complementarias en la búsqueda de la verdad
  •  Sentido eclesial, para promover la fe católica apoyándose en el Magisterio de la Iglesia
  •  Sentido de misión, para difundir así el mensaje de Cristo en la sociedad contemporánea
  •  Centralidad de la persona, para centrarse en la dignidad y el desarrollo individual de cada persona, promoviendo un entorno acogedor y el diálogo.
  •  Formación personalizada, para seguir y apoyar a cada alumno en su trayectoria académica y en su crecimiento personal
  •  Mejora continua, buscar la excelencia académica con espíritu de colaboración y servicio.
  •  Interculturalidad, para promover la armonía entre las diferentes culturas de la comunidad académica
  • Diálogo con la cultura actual abordando los retos e interrogantes de la sociedad actual.

ACTIVIDADES Y PROYECTOS

RESPONSABILIDAD SOCIAL

«Vivimos en un momento histórico que no favorece la atención a los más pobres (…). La parábola del buen samaritano (cf. Lc 10, 25-37) no es un relato del pasado, sino que interpela el presente de cada uno de nosotros. Delegar en otros es fácil, ofrecer dinero para que otros hagan caridad es un gesto generoso, implicarse personalmente es la vocación de todo cristiano.» (citando al Papa Francisco en la VII Jornada Mundial de los Pobres)

«Quiero que las comunidades cristianas se comprometan a crear muchos momentos de encuentro y amistad, de solidaridad y ayuda concreta. Si en nuestro barrio viven pobres que buscan protección y ayuda, acerquémonos a ellos: será un momento propicio para encontrarnos con el Dios que buscamos. Según la enseñanza de las Escrituras, acojámoslos como invitados privilegiados a nuestra mesa; pueden ser maestros que nos ayuden a vivir con más coherencia nuestra fe. Con su confianza y disponibilidad para aceptar ayuda, nos muestran de manera sobria, y a menudo alegre, lo decisivo que es vivir desde lo esencial y abandonarse a la providencia del Padre«. (citando al Papa Francisco en la 8ª Jornada Mundial de los Pobres)

DEPORTE SOLIDARIO

LEALTAD – El deporte es lealtad y respeto a las reglas.

COMPROMISO – La misma parábola de los talentos (Mt 25, 14-30) viene en nuestra ayuda en esta reflexión: el siervo que, cuando el amo vuelve, devuelve el talento recibido. En el deporte, no basta tener talento para ganar: es necesario custodiarlo, entrenarlo, vivirlo como una oportunidad para perseguir y manifestar lo mejor de nosotros mismos.

SACRIFICIO – “sacrificio” es el término que el deporte comparte con la religión: “sacrum-facere” es sacralizar el esfuerzo. A nadie le gusta esforzarse… Sin embargo, si se puede encontrar un sentido a la fatiga, entonces su yugo se hace más ligero. El atleta es un poco como el santo: conoce la fatiga pero no le pesa porque, en la fatiga, es capaz de vislumbrar más allá, otra cosa.

ESPÍRITU DE GRUPO – Nadie se salva solo. Pensemos, por ejemplo, en Moisés que, en la montaña, le dice a Dios que salve también al pueblo, no sólo a él (cf. Ex 32). Se podría decir, utilizando una metáfora deportiva, que sólo podríamos salvarnos en equipo.

RESCATE – No basta con soñar con el éxito, hay que despertarse y trabajar duro. Por eso el deporte está lleno de personas que, con el sudor de su frente, vencen a quienes nacieron con el talento en el bolsillo.

Extraído de la entrevista del Papa Francisco a La Gazzetta: «Aquí están los valores del deporte que amo» – La Gazzetta dello Sport

 

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