El denominado «criterio neurológico» para la constatación médica de la muerte (también llamada «muerte cerebral» o, mejor, «muerte encefálica») ha sido ampliamente aceptado por la comunidad científica internacional y la mayoría de los moralistas y bioeticistas. Sin embargo, no faltan autores que sostienen una opinión contraria. Sus argumentos y críticas se sitúan en planos diferentes, que conviene distinguir claramente. El tema ha sido abordado en varias ocasiones por la Pontificia Academia de las Ciencias y otros organismos vinculados de diversas maneras al Magisterio católico universal. El curso pretende ofrecer una visión precisa de las distintas posiciones sobre esta delicada cuestión, analizando los argumentos de una y otra parte, los datos científicos disponibles y las necesarias reflexiones antropológicas y éticas.