Una vez estudiado lo que corresponde al ente en cuanto ente (y, por tanto, lo que es común a todos los entes), en la segunda parte estudiaremos lo que diversifica los entes: en primer lugar, los principios generales de la división del ente. El ente se dice de muchos modos (analogía), y ello porque el ente no es simple, sino que se compone de dos principios: acto y potencia. Esta composición requiere una causa, por lo que estudiaremos la causa eficiente y final del ente. A continuación estudiaremos los principios especiales de la división del ente: la triple composición del ente, en el orden del ser (ser-esencia); en el de la esencia (forma-materia) y en el de la operación (accidentes-sustancia). Como desarrollo adicional, estudiaremos la sustancia como el compuesto de ser-esencia; la persona como la sustancia más perfecta; y la relación como un accidente peculiar.